jueves, 17 de junio de 2010

Budismo


•El budismo es una religión fundada por Buda en la India en el siglo V a. C

jueves, 3 de junio de 2010

martes, 25 de mayo de 2010


El sistema de castas que hasta hace poco había en la India también es una consecuencia directa del hinduismo.

Otra de las características más importantes es la creencia en la reencarnación. Se considera que a lo largo de una vida las personas vamos acumulando karma, energía positiva, como resultado de las buenas acciones que hacemos. Si tenemos suficiente karma, nuestra vida siguiente será buena; mientras que si no lo tenemos, en la siguiente vida seremos pobres y desgraciados.

Asimismo, el hinduismo tiene una gran cantidad de dioses y diosas, de manera que podemos afirmar que es una religión politeísta.

El principio más importante en el hinduismo es el dharma, que quiere decir ‘comportarse de manera correcta’. Eso tiene que ver con el hecho de que en el hinduismo lo importante no es lo que uno cree, sino lo que uno hace.

El hinduismo es una religión muy antigua que tiene sus raíces en la civilización fluvial del valle del Indo, en época neolítica. Más que una religión, el hinduismo es una tradición religiosa, ya que tiene mucha variedad interna con respecto a creencias, dioses y prácticas. Sin embargo, tiene unos cuantos elementos en común que veremos a continuación.

Como la India es un país muy poblado, el hinduismo es la tercera religión mundial en número de adeptos después del cristianismo y el islam. El hinduismo se concentra básicamente en la India. Fuera de sus fronteras tiene muy poca presencia.

jueves, 20 de mayo de 2010

El Hinduismo.




El hinduismo es la religión mayoritaria en la India, donde un 80% de la población se declara seguidora de esta religión.

martes, 11 de mayo de 2010

El arte islamico


Por arte islámico se conoce el estilo artístico desarrollado en la cultura generada por la religión islámica.

El arte islámico tiene una cierta unidad estilística, debido al desplazamiento de los artistas, comerciantes, mecenas y obreros. El empleo de una escritura común en todo el mundo islámico y el desarrollo de la caligrafía refuerzan esta idea de unidad. Concedieron gran importancia a la geometría y a la decoración que podía ser de tres tipos:

  • Epigrafía: mediante versículos del Corán.
  • Lacería: mediante líneas entrelazadas formando estrellas o polígonos.
  • Ataurique: mediante dibujos vegetales.

En arquitectura, crearon edificios con funciones específicas tales como mezquitas y madrazas, siguiendo el mismo patrón básico, aunque con diferentes formas. Prácticamente no hay arte de la escultura pero las realizaciones de objetos de metal, marfil o de cerámica, alcanzan con frecuencia una alta perfección técnica. Existe también una pintura y una iluminación en los libros sagrados y profanos.

Para designarlo también se aplica incorrectamente el término arte árabe. Este error procede de una inexacta utilización de su significado puesto que de las dos acepciones del término árabe, una es tecnica. y por lo tanto aplicable a los naturales de Arabia, mientras que la otra es lingüística, estando en relación con aquellos que hablan la lengua árabe. El arte musulmán o arte islámico de la Península Ibérica recibe la denominación de arte hispanomusulmán.

El Islam por el mundo


Asia

En Asia, el Islam se extiende desde el Medio Oriente hasta Indonesia. En los países de amplia mayoría islámica las relaciones entre musulmanes y cristianos no son siempre fáciles. Hay sospechas y malentendidos viejos de siglos, pero hay muchas personas de buena voluntad.

Afganistán

Población 25 millones: Musulmanes 99%, cristianos: pocas decenas-
El régimen de los talibanes ha expulsado prácticamente del país a los restantes miembros de las minorías cristianas que, hasta el año 2000, era 7.000. En Kabul hay actualmente 3 Pequeñas Hermanas de Charles de Foucauld que trabajan en silencio ayudando a la población local. Ocho voluntarios de la asociación humanitaria cristiana Shelter Now International, arrestados el 3 de agosto del 2001 acusados de proselitismo religioso, se encuentran aún encarcelados y corren peligro de ser condenados a muerte.

Arabia Saudita

Población 21,6 millones: Musulmanes93,7%, cristianos 3,7% (católicos 900.000)
La comunidad cristiana en Arabia Saudí, constituida sobre todo por ciudadanos extranjeros inmigrados por trabajo, continúa sufriendo por las restricciones de la libertad religiosa. Los cristianos no pueden reunirse para rezar ni siquiera en casas privadas, está prohibido poseer la Biblia y el proselitismo religioso está castigado con la muerte.

Bahrain

Población 617.000: musulmanes 82,4%, cristianos 10,5% (católicos 25.000)
En el país hay cerca de 45.000 cristianos pertenecientes a diversas confesiones que tienen libertad de culto. Los católicos tienen 3 sacerdotes y 7 religiosas combonianas que dirigen una escuela con 1.600 alumnos. Los católicos construyeron recientemente una iglesia con 1.300 asientos. Se vislumbran aperturas democráticas y hacia otras religiones por parte del gobierno.


Bangladesh

Población 22,7 millones: Musulmanes 88%; cristianos 0,3%, (católicos 300.000).
El Islam, que es la religión del Estado, se difundió en el país hace 600 años y juega un papel importante en la vida social, pero no es una fuerza política. Los derechos de las minorías religiosas cristianas son reconocidos por la ley. La Sharia no es ley nacional y la tolerancia interreligiosa es buena.

Brunei

Población 307.000: musulmanes más del 70%, cristianos 7,7% (católicos: 3.000 locales; 20.000 con los extranjeros)
El Islam es la religión de Estado. Aunque la Constitución afirme que se pueden practicar todas las religiones "en paz y armonía", estas garantías se han reducido con el tiempo. En el último decenio el gobierno prohibió la predicación y las conversiones, negó visados a obispos y misioneros, prohibió la importación de material religioso, rechazó conceder permisos para la construcción de iglesias.


Emiratos Árabes

Población 2,4 millones: musulmanes 75,6%, cristianos 11.1% (católicos 125.000)
La Unión, en la Constitución provisional de 1971, declaró el Islam religión oficial, pero la comunidad cristiana goza de libertad de culto y promueve obras educativas y sociales. En los Emiratos hay 14 sacerdotes y 6 escuelas católicas.


Indonesia

Población 211 millones: musulmanes 55%, cristianos 10% (católicos 6,4 millones)
Es el país musulmán más poblado del mundo, con más de 150 millones de seguidores de Alá. La Constitución, basada en el Pancasila (los cinco principios basilares del Estado) asegura la libertad de culto a todas las religiones reconocidas (Islam, cristianismo, budismo, hinduísmo), y el gobierno generalmente respeta este principio; hay, en todo caso, algunas restricciones para algunas actividades de las religiones no reconocidas.

Irak

Población 23 millones: musulmanes 96%, cristianos 4% (católicos 270.000)
En Irak, la religión de Estado es el Islam, pero -como subraya con frecuencia el Patriarca caldeo Raphael I Bidawid- la dificultad principal para la gente no es la relación con los musulmanes, sino la pobreza debida al embargo. Hay cristianos también en el Gobierno (como el vice-primer ministro Tarek Aziz) y hay una antigua comunidad cristiana curda en el Norte del país.

Irán

Población 62 millones: musulmanes 99%, cristianos 0,1% (católicos 16.000)
Desde el establecimiento de la República islámica en 1979, el Islam chiita es religión del Estado, pero hay una libertad limitada para las minorías religiosas. La Constitución sanciona que ningún seguidor de otras religiones puede ser obligado a ser musulmán, pero está prohibido tratar de convertir a un musulmán. Las minorías religiosas en Irán tienen la libertad de celebrar sus propios ritos dentro de los lugares de culto. Los cristianos que estudian en las escuelas musulmanas no son obligados a asistir a las lecciones de religión islámica, pero pueden estudiar su religión en textos preparado y aprobados por el Ministerio de Instrucción, que generalmente, sin embargo, no respetan plenamente la fe cristiana. Las minorías pueden resolver otras muchas cuestiones ligadas a la religión (matrimonio, herencia, etc.) según sus propias normas.

Jordania

Población 6,3 millones: Musulmanes 96%, cristianos 4% (católicos 48.000)
Los cristianos tienen suficiente libertad religiosa, garantizada por el Estado. Pueden vivir y trabajar en el país, aunque con limitaciones. En febrero del 2000, una petición presentada por 53 de los 80 deputados de la Cámara pidió la aplicación de la Sharia en Jordania. Algunos grupos ligados a organizaciones misioneras cristianas lamentaron dificultades burocráticas para la permanencia de sus miembros. El gobierno ha negado a algunas organizaciones protestantes la difusión de la Biblia y negado la autorización para algunas manifestaciones públicas de los fieles. Con ocasión de la visita del Papa, el 20 y 21 de marzo del 2000, se concedió a los católicos el uso del estadio de Amman para la celebración de la Eucaristía.

Kuwait

Población 1,9 millones: musulmanes 83%, cristianos 12,7% (católicos 175.000)
La Constitución garantiza la libertad religiosa. Los cristianos, todos trabajadores extranjeros, gozan de libertad de culto en un clima de tolerancia religiosa.. La Iglesia católica tiene 2 iglesias: la catedral de la Sagrada Familia en el desierto y la iglesia de Nuestra Señora de Arabia en Ahmadi. Desde hace cerca de un año, una sociedad privada fue autorizada a importar la Biblia y material religioso.

Líbano

Población 4 millones: musulmanes 59%, cristianos 41%
Depositario de una civilización rica y cosmopolita, el Líbano fue siempre un ejemplo de convivencia islamo-cristiana. Desde la independencia del Líbano en 1943, la Constitución define los contornos de un Estado laico y pluralista, que garantiza la libertad religiosa, con representaciones políticas equilibradas: el Presidente de la República debe ser cristiano maronita; el presidente del Parlamento, un musulmán chiita: el Primer Ministro, un musulmán sunnita.

Malasia

Población 22,2 millones: Musulmanes 50%, cristianos 8,3% (católicos 721.000)
Es una monarquía constitucional, con el Islam como religión de Estado. La Constitución garantiza libertad de religión, pero los movimientos fundamentalistas ejercen fuerte presión a nivel político y social. El proselitismo no es recomendado y la prensa cristiana encuentra dificultades de difusión. No se conceden permisos para la construcción de iglesias. Desde hace un decenio hay intentos de sustituir la ley sobre la seguridad interna con la Sharia,

Maldivas

Población 286.000: musulmanes 99,2%, cristianos 0,1% (católicos 80)
Las islas son un paraíso turístico con más de 400.000 visitantes al año. El Islam es la religión oficial y rige la Sharia, aunque los observadores notan cierta tolerancia por parte del gobierno de las costumbres locales, como el consumo de bebidas alcohólicas. Los cristianos no tienen lugares de culto y el testimonio público puede ser castigado severamente. En 1998 algunos cristianos fueron arrestados a causa de su fe. Al inicio de 1999 el gobierno emprendió una masiva campaña de islamización a través de los medios de comunicación y de construcción de nuevas mezquitas, marginando todavía más a los cristianos.

Omán

Población 2,5 millones: musulmanes 87,4%, cristianos 4,9% (católicos 55.000)
Como en los demás pequeños sultanados de la península arábica, en Omán (50.000 fieles, 4 parroquias, 7 sacerdotes) los fieles se reúnen cada semana para la oración y la "liturgia de la Palabra". En Omán hay 4 parroquias funcionantes. El sultán ha donado el terreno y ha hecho construir las iglesias con sus propios fondos. Ha subvencionado también un templo hindú. A la iglesia de Masqat (Omán) el sultán ha regalado asimismo un órgano alemán para la liturgia. Los cristianos dirigen escuelas y pueden organizarse.

Pakistán

Población 141 millones: musulmanes 97%, cristianos 1,5% (católicos 1.088.862)
Las minorías religiosas cristianas son discriminadas por el "sistema del electorado separado", que regula el derecho de voto en base a la pertenencia religiosa. Las minorías no musulmanas pueden votar por un restringido número de candidatos, y sólo de la propia religión.

Siria

Población 16,5 millones: Musulmanes 85%, cristianos 7,8% (católicos 325.000)
Una característica del cristianismo sirio es su multiforme composición. Se trata, por consistencia numérica, de greco-ortodoxos (500.000), melquitas (200.000), armenios gregorianos (150.000), seguidos por los ortodoxos, siro-católicos, armenios católicos, maronitas, asirios, caldeos, protestantes y latinos. El mantenimiento de un cuadro de laicidad institucional (el Islam no religión de Estado, sino sólo la del Jefe de Estado) asegura a los cristianos sirios un tratamiento tendencialmente igualitario.

Turquía

Población: 66,6 millones: Musulmanes: 97%, cristianos 0,6% (de ellos, 30.000 católicos)
La Constitución turca sanciona la separación entre religión y Estado y garantiza la libertad de credo y de culto. Pero el Islam es, en la práctica, la religión del estado. Una oficina estatal para los Asuntos religiosos dirige las relaciones con las religiones y supervisa todas las actividades ligadas al Islam, nombrando y retribuyendo a la jerarquía musulmana de los imanes y de los hatips. El proselitismo no es ilegal. Según "Freedom House", asociación americana que defiende la libertad religiosa, algunos cristianos que han confesado públicamente su fe fueron detenidos por la policía acusados de perturbar la paz civil.

Yemén

Población 18,1 millones: musulmanes 98,8%, cristianos 0,25% (católicos 6.000)
La Constitución de la República, aprobada en 1990, se basa en la Sharia. Los cristianos tienen libertad de culto, pero no de hacer proselitismo. Ha habido recientes casos de violación de los derechos humanos y de la libertad religiosa: en enero del 2000, un sómalo convertido al cristianismo fue condenado a muerte, acusado de apostasía; el 27 de julio de 1998 fueron asesinadas tres religiosas Misioneras de la Caridad en Sanaa. (Fides 13.11.2001)

Asia central

En las antiguas Repúblicas soviéticas de Asia Central prevalece un Islam pacífico, influenciado con frecuencia por el misticismo de las hermandades Sufi. Hay, sin embargo, infiltraciones de extremistas que tratan de establecer regímenes islámicos en la región. Para contrarrestar esta amenaza político-religiosa, Rusia, China, Kazajstán, Kirjistán, Tajikistán han formado el llamado "Shanghai 5", un forum regional de planificación política y militar.

Kazajstán

Población 14.953.126: Islámicos 42,7%,agnósticos 40,2%,cristianos 16,7% (católicos 510.000)La Constitución define el Kazajstán un Estado laico, pero prevé que las asociaciones religiosas extranjeras coordinen sus actividades con el Estado. El gobierno ejerce formas de control sobre las organizaciones religiosas, pero no hay otras restricciones de la libertad religiosa.

Kirjistán

Población 4.699.000: musulmanes 60,8%,agnóstico 27,9%,cristianos 10,4% (católicos 1.600)
La Constitución declara que el Kirjistán es un Estado laico y garantiza la libertad religiosa. Las organizaciones religiosas deben ser registradas por el gobierno, y pueden ser rechazadas por motivos de orden público y de seguridad. El gobierno considera una amenaza la difusión del extremismo islámico.

Tajikistán

Población 6.188.000: Musulmanes 83,6%,agnósticos 13,9%,cristianos 2,1% (católicos 4.412)
Después de 4 años de guerra civil entre el gobierno y la oposición islámica, la situación es relativamente estable. Hay una pequeña comunidad católica guiada por una Administración "sui iuris".

Turkmenistán

Población 4.459.000: musulmanes 87,2%,agnósticos 10,4%, cristianos 2,3% (católicos 2.100)
La Constitución garantiza la libertad religiosa. Hay, sin embargo, controles de los lugares de culto, excepto de los musulmanes y greco-ortodoxos. Es obligatoria la registración para las asociaciones religiosas.

Uzbekistán

Población 24.318.000: musulmanes 76,2%,agnósticos 21,6%,cristianos 1,7% (católicos 40.000)
El gobierno del Presidente Islam Karimo teme infiltraciones de extremistas islámicos y de cristianos protestantes. Ha habido episodios de líderes protestantes arrestados y luego liberados por la policía. La Iglesia en Uzbekistán acaba de nacer, aunque el cristianismo estuvo presente en esta tierra ya desde el siglo IX. Hay tres parroquias y tres estaciones misionales, en torno de las cuales se reúnen cerca de 500 fieles para la Misa dominical y para otras iniciativas culturales que congregan a niños y jóvenes; sobre todo las mujeres musulmanas muestran gran interés por la religión católica.

África

En África hay numerosos países en lo que conviven musulmanes y cristianos. Las relaciones entre ambas religiones varían de un Estado a otro, yendo de una pacífica convivencia a enfrentamientos y tensiones. Los problemas más fuertes se encuentran en los países que han adoptado el Islam como religión oficial y la Sharia como ley del Estado. En estos casos, las actividades de la Iglesia son extremadamente limitadas: prohibición de enseñar la religión y hacer prosélitos, persecución de los musulmanes convertidos al cristianismo, etc.

Argelia

Población 29.476.000: musulmanes 99,5%, cristianos 0,5% (católicos 2.500)
El país se encuentra en guerra civil desde 1992 entre el ejército y diversos grupos islámicos, con hasta ahora más de 100.000 muertos. La pequeña comunidad cristiana ha pagado una alta contribución de sangre. Desde 1992 hasta hoy han sido asesinados: el obispo de Orán, Mons. Pierre Claverie, y 17 entre sacerdotes, religiosos y religiosas.

Burkina Faso (Antiguo Alto Volta)

Población 10.891.000: animistas 45%, musulmanes 43%, católicos 10%
País pobrísimo, con manifestaciones de extremismo islámico desde 1989. Durante la guerra del Golfo (1991), las relaciones islam-cristianismo, precedentemente pacíficas, estuvieron sometidas a tensiones a causa de presiones de Irán y Libia. La situación más difícil para la labor misionera se encuentran en el Norte del país, donde es más fuerte la presencia islámica.

Egipto

Población 62.110.000: musulmanes 94%, coptos 6%, católicos 216.506
La Constitución egipcia proclama la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley, sin distinciones de lengua, raza o religión. El sistema jurídico, sin embargo, está islamizado: en 1971 el Tribunal constitucional estableció que "el Islam es la religión del Estado y cualquier ley contraria al Islam es contraria a la Constitución". El proselitismo cristiano no está prohibido formalmente, pero un artículo del Código Penal, que castiga las acciones contra la paz social, se usa contra los musulmanes convertidos al cristianismo.

Eritrea

Población 3.590.000: musulmanes 50%, coptos ortodoxos 50%, católicos 133.203Las relaciones entre cristianos y musulmanes son buenas y el gobierno tiene una actitud no hostil hacia el cristianismo. Hay, sin embargo, infiltraciones de extremistas islámicos provenientes de Sudán, Yemen, Arabia Saudí.

Guinea Conakry

Población 7.405.000: musulmanes 86,9%, animistas 4,6%, cristianos 4,3%

El gobierno reconoce la libertad de culto. El Islam local es pacífico y tolerante. En 1996 hubo expulsiones de misioneros católicos, pero por motios políticos, no religiosos.

Libia

Población 5.648.000: musulmanes 97%, católicos 50.000
El régimen de Ghedafi introdujo una interpretación renovadora del Islam, que encontró la oposición de los Ulemas tradicionalistas. Hay movimientos extremistas islámicos que luchan contra Ghedafi. Las minorías religiosas no tienen vida fácil: la mayor parte de las iglesias cristianas fueron cerradas después de la revolución de 1969, pero las relaciones con la Santa Sede han mejorado en el curso de los años y, en 1998, establecieron relaciones diplomáticas.

Malawi

Población 9.609.000: protestantes 34%, católicos 28%, animistas 19%, musulmanes 16%
En los últimos años hubo tensiones religiosas, aunque los musulmanes no son mayoría. Esto se debe a la actitud del Presidente Muluzi y a la influencia ejercida por algunos países islámicos como Arabia Saudí e Irán, que conceden becas a estudiantes del país y ofrecen fondos para la construcción de mezquitas.

Mali

Población 9.945.000: musulmanes 90%, animistas 9%, cristianos 1%
El Islam local es tolerante y abierto al diálogo. El Presidente Koinoré elogió a la comunidad cristiana por su contribución al crecimiento social y espiritual del país y declaró que el integralismo religioso es contrario a la identidad africana, fundada en la diversidad. Hay, sin embargo, influencias integristas apoyadas por Arabia Saudí.

Marruecos

Población 27.225.000: musulmanes 98,7%, cristianos 1,1%, católicos 234.266
El Islam es religión del Estado, pero hay libertad de culto para hebreos y cristianos. Está prohibida, sin embargo, la actividad de proselitismo y la conversión al cristianismo. Se señalan molestias y discriminaciones hacia los cristianos. La Iglesia tiene una actitud respetuosa del Islam, como dice a Fides el Arzobispo de Tanger, el franciscano Mons. José Antonio Peteiro Freire: "Convivimos con los musulmanes sin forzarlos a cambiar religión.

Mauritania

Población 2.411.000: musulmanes 99,5%, cristianos 0,2%, católicos 5.072
La única religión reconocida es el Islam. Está prohibido el proselitismo y quien se profesa cristiano públicamente es perseguido penalmente. La Sharia fue introducida en los años '80 y es aplicada también a los no musulmanes.

Niger

Población 9.939.000: musulmanes 98,7%, animistas 0,7%, cristianos 0,4%, católicos 20.000.
El Islam local está impregnado todavía de animismo y es bastante tolerante y abierto. Las relaciones entre cristianos y musulmanes son buenas, aunque hay infiltraciones de extremistas islámicos.

Nigeria

Población 103.460.000 (oficiosamente 120 millones): musulmanes 45%, cristianos 45% (de los que un 10-12% católicos), animistas 9%, católicos 11.848.677.
Las relaciones entre cristianos y musulmanes es una cuestión de creciente importancia, especialmente desde cuando 12 de los 36 estados de la federación adoptaron la ley islámica (Sharia) como ley estatal. En Nigeria hay más de 250 etnias y una situación social y económica difícil. Las tensiones así acumuladas desembocan con frecuencia en violencia.

Senegal

Población 9.404.000: musulmanes 92%, animistas 6%, cristianos 2%, católicos 592.550.
En Senegal hay un Islam étnico, vivido por cada tribu según sus propias tradiciones. Hay también una fuerte colonia de libaneses, la mayoría chiitas, que apoyan a grupos integristas. Las presiones para establecer un Estado islámico son, sin embargo, limitadas. La nueva Constitución aprobada en el 2001 reconoce la laicidad del Estado y la libertad de culto.

Somalia

Población 6.870.000: musulmanes 99%, católicos 200.
El Estado ha dejado de existir después de la caída del régimen de Siad Barre (1991). El país está bajo el dominio de los señores de la guerra que dictan ley en el territorio por ellos controlado. La situación de la Iglesia es difícil: la catedral de Mogadiscio fue destruida y los religiosos católicos obligados a salir del país. Hay infiltraciones de elementos extremistas, ligados a Bin Laden. La Conferencia de Arta (Djibuti) dió vida en el 2000 a un Gobierno nacional de transición con una Constitución que reconoce el Islam como única religión.

Sudán

Población 28.883.000: musulmanes 73%, animistas 16,7%, cristianos 8,2%, católicos 3.148.593.
Sudán estuvo gobernado hasta 1999 por un régimen militar, aliado con el Partido islámico National Congress de Hassan al-Turabi, después substituído por el Jefe de Estado, Gen. Omar Hassan Al Bashir, hombre más tolerante e inclinado a apoyar la obra de pacificación interna.

Túnez

Población 9.128.000: musulmanes 99%, católicos 21.000.
La Constitución de 1956 establece el Islam como religión de Estado y garantiza la libertad de culto a las otras confesiones, pero no el proselitismo. El Estado es laico, pero hay movimientos islamistas, reprimidos con firmeza. La pequeña comunidad católica está a la búsqueda constante de una relación serena con los musulmanes.

El coran y sus normas

Los carteles de las películas deben ser retocados para cumplir con las estrictas reglas culturales. Las piernas, los escotes e incluso los hombros deben ser cubiertos (tanto en hombres como en mujeres). E incluso los personajes de dibujos animados no se libran de dichas normas.


El desnudo no está permitido de ninguna manera. La cultura islámica es muy conservadora y mostrar la piel (cualquier cosa que no sea el rostro, las manos o los pies) puede ser considerado sexualmente provocador, por lo que es inapropiado de mostrar en público.

Las revistas se tienen que modificar a mano, y se hacen portadas alternativas.



Los origenes del Islam

Como la mayoría de las religiones del mundo, el desarrollo histórico del islam ha tenido un impacto claro en la historia política, económica y militar de las áreas dentro y fuera de lo que se considera sus principales zonas geográficas de alcance (ver mundo islámico). Como con el cristianismo, el concepto de un «mundo islámico» puede ser más o menos útil al ver diferentes períodos de la historia. Una corriente importante de la cultura islámica alienta la identificación con la comunidad cuasi-política de creyentes o Ummah, y este componente se refleja en el comportamiento de una variedad de actores en la historia. La historia del islam como una religión está relacionada cercanamente a la historia política, económica y militar.

El islam surgió en Arabia en el siglo VII de la era cristiana con la aparición del profeta Mahoma. Un siglo después de su muerte, el Estado islámico se extendía desde el Océano Atlántico en el oeste hasta Asia Central en el este. Este imperio no se mantuvo unido por mucho tiempo; el nuevo sistema de gobierno pronto derivó en una guerra civil conocida para los historiadores del islam como la Fitna, y posteriormente afectada por una Segunda Fitna. Después de esto, dinastías rivales reclamarían el califato, o liderazgo del mundo musulmán y muchos estados e imperios islámicos ofrecieron sólo una obediencia simbólica al califa, incapaz de unificar el mundo islámico.

Posteriormente, en los siglos XVIII y XIX, las regiones islámicas cayeron bajo la influencia de los poderosos imperios europeos. Luego de la Primera Guerra Mundial, los remanentes del Imperio otomano fueron divididos como protectorados europeos.

Aunque afectado por varias ideologías, como el comunismo, durante gran parte del siglo XX, la identidad islámica y la prominencia del islam en temas políticos han aumentado casi indiscutiblemente durante los últimos años del siglo XX y comienzos del XXI. El rápido crecimiento, los intereses de occidente en las regiones islámicas, los conflictos internacionales y la globalización han influido en la importancia del islam en la configuración del mundo del siglo XXI.





jueves, 29 de abril de 2010

Diferencia entre la religion catolica, protestante y ortodocsa

Católicos: Creemos en la Eucaristía, tenemos al Papa como sucesor de Pedro, creemos en la Trinidad y en la sucesión apostólica.
Ortodoxos: Separados de losCatólicoss en el siglo X debido a una diferencia en cuanto a una definición sobre el Espíritu Santo, creen en los primeros 7 concilios. Tienen su misa muy parecida en griego y es de pie. Creen en la Eucaristía.
Protestantes: Los hay históricos (Lutero, Calvino, Zwngilo, Anglicanos)Lutero: Ex sacerdote Agustín que no aceptaba las obras sino la justificación por la fe. Calvino: Habla sobre la predestincaión, es decir que hay quienes ya nancen salvos y otros no.Anglicanos: El rey Enrique VIII se quería divorciar pero el Papa no le dió el divorcio, entonces el rey expropió las iglesias y él se nombró como el jefe máximo de la Iglesia de Inglaterra.

El Concilio de Trento y la Contrarreforma.

El Concilio de Trento fue un concilio ecuménico de la Iglesia Católica Romana desarrollado en periodos discontinuos entre el año 1545 y el 1563. Tuvo lugar en Trento, una ciudad del norte de la Italia actual, que entonces era una ciudad libre regida por un príncipe-obispo.
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Desde 1518, los protestantes alemanes venían reclamando la convocatoria de un concilio alemán, y el emperador Carlos I de España y V del Sacro Imperio Romano Germánico intentaba cerrar las diferencias entre católicos y reformistas para poder hacer frente a la amenaza turca. En la Dieta de Worms (1521) se intentó zanjar las disputas, pero sin éxito: Martín Lutero (quien Carlos V permitió que fuera convocado a dicha Dieta) acusó a Roma de ejercer la tiranía, y el Emperador se comprometió por escrito a defender la fe católica incluso con las armas. En las Dietas posteriores, los príncipes alemanes, tanto protestantes como católicos, continuaron insistiendo en un concilio.
En vista de la situación hubo grandes presiones del emperador sobre el Papa Clemente VII para que lo convocara, a lo que éste se resistía. Al cabo, en 1529 Clemente VII se comprometió a ello, pero la oposición del legado papal en la Dieta de Augsburgo de 1530 retrasó de nuevo el proyecto. Sin embargo, el principal responsable de que no se llegara a convocar fue la férrea oposición del rey Francisco I de Francia, ya que para que el concilio tuviese éxito era necesaria la aprobación de la mayoría de los monarcas.
Dentro de la Contrarreforma, renovación que practicó la iglesia católica en su seno, que significaban una gran amenaza hacia su vínculo con los fieles, influidos por las críticas que se habían formulado contra ella, se establecieron dos acciones: el Concilio de Trento y la nueva orden de la Compañía de Jesús, fundada por San Ignacio de Loyola.
Desde antes de esta crisis extrema, la iglesia había intentado mejorar. Podemos mencionar a los cardenales Francisco Jiménez de Cisneros, Hernando de Talavera y Pedro González de Mejía, que en el siglo XV, durante el reinado de los Reyes Católicos, en España, se dedicaron a mejorar la moral de la institución, nombrando obispos de grandes cualidades y fundando establecimientos educativos. En Italia, se había creado una asociación de seglares piadosos y clérigos, llamada el Oratorio del Amor Divino, que inició sus actividades secretas en 1517, sobre la base del amor al prójimo. Estos intentos, sin embargo no bastaban. En Alemania se destacó la labor del obispo Nicolás de Cusa.
Fue Paulo III, que había vivido las luchas en Italia, quien asumió el compromiso de unificar a los católicos, logrando la reunión de un Concilio, después de que varios Papas lo hubieran intentado sin éxito. Al principio fue admirador del humanista cristiano Erasmo de Rotterdam, y vio factible una posible reconciliación con los protestantes, pero luego acabó desechando esa posibilidad.
Convocatoria [editar]

Sesión del Concilio de Trento, cuadro de Tiziano.
Paulo III, entre sus medidas, logró reunir en Trento (Italia) un Concilio General de la Iglesia, el 13 de diciembre de 1545, que trazó los lineamentos de la Contrarreforma. Se contó con la presencia de veinticinco obispos y cinco superiores generales de Órdenes Religiosas. Las reuniones, que sumaron en total 25, con suspensiones esporádicas, se prolongaron hasta el 4 de diciembre de 1563.
El espíritu e idea del concilio, fue plasmada por la gestión de los jesuitas, Diego Laínez, Alfonso Salmerón y Francisco Torres. La filosofía le fue inspirada por Cardillo de Villalpando y las normas prácticas, sobre sanciones de conductas, tuvieron como exponente principal al obispo de Granada, Pedro Guerrero.
En este concilio, que culminó bajo el mandato del Papa Pío IV, se decidió que los obispos debían presentar capacidad y condiciones éticas intachables, se ordenaban crear seminarios especializados para la formación de los sacerdotes y se confirmaba la exigencia del celibato clerical. Los obispos no podrían acumular beneficios y debían residir en su diócesis.
Se impuso, en contra de la opinión protestante, la necesidad de la existencia mediadora de la iglesia, como Cuerpo de Cristo, para lograr la salvación del hombre, reafirmando la jerarquía eclesiástica, siendo el Papa la máxima autoridad de la iglesia. Se ordenó, como obligación de los párrocos, predicar los domingos y días de fiestas religiosas, e impartir catequesis a los niños. Además debían registrar los nacimientos, matrimonios y fallecimientos.
Reafirmaron la validez de los siete sacramentos, y la necesidad de la conjunción de la fe y las obras, sumadas a la influencia de la gracia divina, para lograr la salvación, restando crédito a Lutero que sostenía que el hombre se salva por la fe y no por las obras que realizase. También se opuso a la tesis de la predestinación de Calvino, quien aseguró que el hombre está predestinado a su salvación o condena. En refutación a esa idea, la iglesia sostuvo que el hombre puede realizar obras buenas ya que el pecado original no destruye la naturaleza humana, sino que solamente la daña.
Los santos fueron reivindicados al igual que la misa, y se afirmó la existencia del purgatorio. Para cumplir sus mandatos, se creó la Congregación del Concilio, dándose a conocer sus disposiciones a través del “Catecismo del Concilio de Trento”.
Se reinstauró la práctica de la Inquisición que había surgido en el siglo XIII, para depurar a Francia de los herejes albigenses. Ya restablecida en España desde el año 1478, se propagó por varios países europeos bajo la denominación de Santo Oficio, que usó la tortura para obtener confesiones. Si ese método no daba los resultados esperados, de arrepentimiento del hereje, éste quedaba en manos del poder civil, que lo condenaba generalmente a la muerte en la hoguera. El protestantismo debió soportar la Inquisición en varios estados, pero fue principalmente efectivo en España, Italia y Portugal.
También creó el Índice, en 1557, por el cual se estableció una censura contra la publicación de pensamientos que pudieran ser contrarios a la fe católica, y se quemaron muchos libros considerados heréticos.
Posterior al Concilio, en 1592, se publicó una edición definitiva de la Biblia, sosteniéndola como fuente de la revelación de la verdad divina, pero otorgando también dicho carácter a la Tradición, negándose su libre interpretación, considerando ésta, una tarea del Papa y los obispos, herederos de San Pedro y los apóstoles, a quienes Cristo les asignó esa misión.
Desarrollo [editar]
Cuando finalmente se convocó fue un concilio difícil y con continuas interrupciones, en el que pueden distinguirse hasta tres periodos con tres Papas diferentes: Pablo III, Julio III y Pío IV.
Pablo III siempre había sido muy favorable, como cardenal, a la celebración de un concilio general, que finalmente convocó para mayo de 1537 en la ciudad de Mantua. Pero sufrió sucesivos aplazamientos y cambios de lugar por variados motivos:
La mayoría de los prelados se mostraban reacios a celebrar un concilio en aquel momento.

El Concilio de Trento y la Contrarreforma.

El Concilio de Trento fue un concilio ecuménico de la Iglesia Católica Romana desarrollado en periodos discontinuos entre el año 1545 y el 1563. Tuvo lugar en Trento, una ciudad del norte de la Italia actual, que entonces era una ciudad libre regida por un príncipe-obispo.
Contenido[ocultar]
Desde 1518, los protestantes alemanes venían reclamando la convocatoria de un concilio alemán, y el emperador Carlos I de España y V del Sacro Imperio Romano Germánico intentaba cerrar las diferencias entre católicos y reformistas para poder hacer frente a la amenaza turca. En la Dieta de Worms (1521) se intentó zanjar las disputas, pero sin éxito: Martín Lutero (quien Carlos V permitió que fuera convocado a dicha Dieta) acusó a Roma de ejercer la tiranía, y el Emperador se comprometió por escrito a defender la fe católica incluso con las armas. En las Dietas posteriores, los príncipes alemanes, tanto protestantes como católicos, continuaron insistiendo en un concilio.
En vista de la situación hubo grandes presiones del emperador sobre el Papa Clemente VII para que lo convocara, a lo que éste se resistía. Al cabo, en 1529 Clemente VII se comprometió a ello, pero la oposición del legado papal en la Dieta de Augsburgo de 1530 retrasó de nuevo el proyecto. Sin embargo, el principal responsable de que no se llegara a convocar fue la férrea oposición del rey Francisco I de Francia, ya que para que el concilio tuviese éxito era necesaria la aprobación de la mayoría de los monarcas.
Dentro de la Contrarreforma, renovación que practicó la iglesia católica en su seno, que significaban una gran amenaza hacia su vínculo con los fieles, influidos por las críticas que se habían formulado contra ella, se establecieron dos acciones: el Concilio de Trento y la nueva orden de la Compañía de Jesús, fundada por San Ignacio de Loyola.
Desde antes de esta crisis extrema, la iglesia había intentado mejorar. Podemos mencionar a los cardenales Francisco Jiménez de Cisneros, Hernando de Talavera y Pedro González de Mejía, que en el siglo XV, durante el reinado de los Reyes Católicos, en España, se dedicaron a mejorar la moral de la institución, nombrando obispos de grandes cualidades y fundando establecimientos educativos. En Italia, se había creado una asociación de seglares piadosos y clérigos, llamada el Oratorio del Amor Divino, que inició sus actividades secretas en 1517, sobre la base del amor al prójimo. Estos intentos, sin embargo no bastaban. En Alemania se destacó la labor del obispo Nicolás de Cusa.
Fue Paulo III, que había vivido las luchas en Italia, quien asumió el compromiso de unificar a los católicos, logrando la reunión de un Concilio, después de que varios Papas lo hubieran intentado sin éxito. Al principio fue admirador del humanista cristiano Erasmo de Rotterdam, y vio factible una posible reconciliación con los protestantes, pero luego acabó desechando esa posibilidad.
Convocatoria [editar]

Sesión del Concilio de Trento, cuadro de Tiziano.
Paulo III, entre sus medidas, logró reunir en Trento (Italia) un Concilio General de la Iglesia, el 13 de diciembre de 1545, que trazó los lineamentos de la Contrarreforma. Se contó con la presencia de veinticinco obispos y cinco superiores generales de Órdenes Religiosas. Las reuniones, que sumaron en total 25, con suspensiones esporádicas, se prolongaron hasta el 4 de diciembre de 1563.
El espíritu e idea del concilio, fue plasmada por la gestión de los jesuitas, Diego Laínez, Alfonso Salmerón y Francisco Torres. La filosofía le fue inspirada por Cardillo de Villalpando y las normas prácticas, sobre sanciones de conductas, tuvieron como exponente principal al obispo de Granada, Pedro Guerrero.
En este concilio, que culminó bajo el mandato del Papa Pío IV, se decidió que los obispos debían presentar capacidad y condiciones éticas intachables, se ordenaban crear seminarios especializados para la formación de los sacerdotes y se confirmaba la exigencia del celibato clerical. Los obispos no podrían acumular beneficios y debían residir en su diócesis.
Se impuso, en contra de la opinión protestante, la necesidad de la existencia mediadora de la iglesia, como Cuerpo de Cristo, para lograr la salvación del hombre, reafirmando la jerarquía eclesiástica, siendo el Papa la máxima autoridad de la iglesia. Se ordenó, como obligación de los párrocos, predicar los domingos y días de fiestas religiosas, e impartir catequesis a los niños. Además debían registrar los nacimientos, matrimonios y fallecimientos.
Reafirmaron la validez de los siete sacramentos, y la necesidad de la conjunción de la fe y las obras, sumadas a la influencia de la gracia divina, para lograr la salvación, restando crédito a Lutero que sostenía que el hombre se salva por la fe y no por las obras que realizase. También se opuso a la tesis de la predestinación de Calvino, quien aseguró que el hombre está predestinado a su salvación o condena. En refutación a esa idea, la iglesia sostuvo que el hombre puede realizar obras buenas ya que el pecado original no destruye la naturaleza humana, sino que solamente la daña.
Los santos fueron reivindicados al igual que la misa, y se afirmó la existencia del purgatorio. Para cumplir sus mandatos, se creó la Congregación del Concilio, dándose a conocer sus disposiciones a través del “Catecismo del Concilio de Trento”.
Se reinstauró la práctica de la Inquisición que había surgido en el siglo XIII, para depurar a Francia de los herejes albigenses. Ya restablecida en España desde el año 1478, se propagó por varios países europeos bajo la denominación de Santo Oficio, que usó la tortura para obtener confesiones. Si ese método no daba los resultados esperados, de arrepentimiento del hereje, éste quedaba en manos del poder civil, que lo condenaba generalmente a la muerte en la hoguera. El protestantismo debió soportar la Inquisición en varios estados, pero fue principalmente efectivo en España, Italia y Portugal.
También creó el Índice, en 1557, por el cual se estableció una censura contra la publicación de pensamientos que pudieran ser contrarios a la fe católica, y se quemaron muchos libros considerados heréticos.
Posterior al Concilio, en 1592, se publicó una edición definitiva de la Biblia, sosteniéndola como fuente de la revelación de la verdad divina, pero otorgando también dicho carácter a la Tradición, negándose su libre interpretación, considerando ésta, una tarea del Papa y los obispos, herederos de San Pedro y los apóstoles, a quienes Cristo les asignó esa misión.
Desarrollo [editar]
Cuando finalmente se convocó fue un concilio difícil y con continuas interrupciones, en el que pueden distinguirse hasta tres periodos con tres Papas diferentes: Pablo III, Julio III y Pío IV.
Pablo III siempre había sido muy favorable, como cardenal, a la celebración de un concilio general, que finalmente convocó para mayo de 1537 en la ciudad de Mantua. Pero sufrió sucesivos aplazamientos y cambios de lugar por variados motivos:
La mayoría de los prelados se mostraban reacios a celebrar un concilio en aquel momento.

La Reforma protestante.


Difusión de la Reforma Protestante hacia 1560. En color rosa pálido los territorios con predominio luterano (norte, centro y este de Alemania, y países escandinavos y bálticos); en rosa más intenso, anglicano (Islas Británicas); en amarillo, calvinista (Suiza y abundantes núcleos dispersos en Francia, Países Bajos -sobre todo al norte, Holanda-, Escocia y Europa Centro-Oriental). Los católicos en azul (Europa Meridional, sur y oeste de Alemania, Países Bajos del sur -Flandes, la actual Bélgica-, Irlanda, núcleos en Gran Bretaña, Polonia y amplias zonas de Europa Centro-Oriental); y en verde los ortodoxos (su zona tradicional en los Balcanes, Rumanía y Rusia).
Durante el siglo XVI, varios religiosos, pensadores y políticos intentaron provocar un cambio profundo y generalizado en los usos y costumbres de la Iglesia Católica en la Europa Occidental, especialmente con respecto a las pretensiones papales de dominio sobre toda la cristiandad. A este movimiento religioso se le llamará posteriormente Reforma Protestante, por ser un intento de reformar la Iglesia Cristiana buscando la revitalización del cristianismo primitivo y que fue apoyado políticamente por un importante grupo de príncipes y monarcas que "protestaron" contra una decisión de su emperador.
Este movimiento hundía sus raíces en elementos de la tradición católica medieval, como el movimiento de la Devoción moderna en Alemania y los Países Bajos, que era una piedad laica antieclesiástica y centrada en Cristo. Además, la segunda generación del humanismo la siguió en gran medida. Comenzó con la predicación del sacerdote católico agustino Martín Lutero, que revisó las doctrinas medievales según el criterio de su conformidad a las Sagradas Escrituras. En particular, rechazó el complejo sistema sacramental de la Iglesia Católica medieval, que permitía y justificaba exageraciones como la "venta de indulgencias", según Lutero, un verdadero secuestro del Evangelio, el cual debía ser predicado libremente, y no vendido.
La Reforma Protestante dependió del apoyo de algunas autoridades civiles para poder reformar iglesias cristianas de ámbito estatal (posteriormente iglesias nacionales). Los grandes exponentes de la Reforma Protestante fueron Martín Lutero y Juan Calvino.
El Protestantismo ha llegado a constituir la tercera gran rama del cristianismo, con un grupo de fieles que actualmente supera los quinientos millones y que se expande rápidamente en América Latina, Asia y África.
Inicios de la Reforma Protestante:
Mapa del Imperio con la división en circunscripciones de 1512.
En el siglo XV se produjo una gran crisis en la Iglesia Católica en Europa Occidental debido a los numerosos problemas de corrupción eclesiástica y falta de piedad religiosa. La gota que derramó el vaso fue la venta de indulgencias para financiar la construcción de la Basílica de San Pedro en Roma, que provocó finalmente que la cristiandad occidental se dividiese en dos, una liderada por la Iglesia Católica Romana, que tras el Concilio de Trento se reivindicó a sí misma como la única heredera válida de la cristiandad occidental expulsando cualquier disidencia y sujetándose por completo al dominio del Papa, y otra mitad que fundó varias comunidades eclesiales propias, generalmente de carácter nacional para, en su mayoría, rechazar la herencia cristiana medieval y buscar la restauración de un cristianismo primitivo idealizado. Esto dio lugar a que Europa quedara dividida entre una serie de países que reconocían al Papa, como supremo y único jefe de la Iglesia Católica, y los países que rechazaban las pretensiones de Roma y que recibieron el nombre de protestantes. Dicha división provocó una serie de guerras religiosas en Europa.
La Reforma Protestante se inició en Alemania y se explica en gran parte por las condiciones económicas y sociales que tenía el Sacro Imperio Romano Germánico. Numerosas ciudades eran muy ricas gracias al comercio, además los burgueses eran partidarios del humanismo y de reformar la corrupción de la Iglesia Católica. Pero el grupo más importante en Alemania era la alta nobleza; los grandes nobles eran casi independientes y señores de numerosas tierras y vasallos campesinos, siempre estaban conspirando contra la autoridad del emperador germánico, que apenas tenía poder sobre ellos. Pero junto a la alta nobleza existía una pequeña nobleza formada por los nobles más pobres y los segundones de las grandes casas nobiliarias. A principios del siglo XV, esta pequeña nobleza estaba completamente arruinada y para recuperar sus ingresos, los pequeños nobles buscaban una oportunidad para apoderarse de los bienes y las improductivas tierras de la Iglesia Católica. La pequeña nobleza aprovechó las ideas de los humanistas, que criticaban las excesivas riquezas, pompas y boatos de la Iglesia Católica, para proclamar que ella no tenía necesidad de propiedades e intentar quedarse con sus cuantiosas riquezas. Por esta razón, la pequeña nobleza será la primera en apoyar y aprovechar las convulsiones reformadoras.
Además, existía la figura del Emperador del Sacro Imperio, uno de los poderes universales forjados en mutua competencia durante la Edad Media (el otro era el Papa), cuyo poder efectivo dependía de su capacidad de hacerse obedecer en cada uno de los territorios, prácticamente independientes, y antes de eso de ser elegido por los príncipes electores, unos laicos y otros eclesiásticos. También disponía de unas funciones de dimensión religiosa indudable, que le permitía incluso convocar Dietas con contenido organizativo e incluso doctrinal, como Carlos I de España hizo de hecho durante todo el proceso de la Reforma Protestante. Para algunos autores, la postura recelosa de los pueblos germánicos desde la alta Edad Media (Concilio de Frankfurt, 794, frente al Concilio de Nicea II, 787) se había expresado también en esas luchas entre pontificado e imperio,[1] de una forma incluso protonacionalista, en la que Roma era vista como
"« … el último de los imperios paganos de la profecía y la representación del reino terrenal, en tanto que la monarquía franca –por ejemplo- poseía la superior dignidad de rector y guía del pueblo de Dios. »."[2]

Martín Lutero, pintado por Lucas Cranach el Viejo.
El fundador de la Reforma Protestante fue el monje católico agustino alemán Martín Lutero, quien ingresa en 1507 en la orden religiosa de los agustinos.
En el convento católico, Lutero prosiguió sus estudios y se convirtió en un experto en la Biblia y en los autores cristianos medievales; llegó a ser un doctor universitario y se le contrató para dar clases en la nueva universidad de Wittenberg, que entonces era la capital del ducado de Sajonia. A partir de la revitalización que vivió el Sacro Imperio Romano Germánico desde que Otón I el Grande se convirtiera en emperador germánico en el 962, los papas y emperadores se vieron involucrados en una continua contienda por la supremacía en los asuntos temporales y terrenales.
Este conflicto concluyó, a grandes rasgos, con la victoria del Papado, pero creó profundos antagonismos entre Roma y el Imperio Germánico, que aumentaron durante los siglos XIV y XV. La animosidad provocada por los impuestos papales y por la sumisión a los delegados pontificios se extendió a otras zonas de Europa. En Inglaterra, el principio del movimiento para lograr una independencia absoluta de la jurisdicción papal empezó con la promulgación de los estatutos de Mortmain (1279), Provisors (1351) y Praemunire (1393), que redujeron, en gran medida, el poder de la Iglesia Católica en el control del gobierno civil sobre las tierras, en el nombramiento de cargos eclesiásticos y en el ejercicio de la autoridad judicial.
Las indulgencias
En este tiempo estalló un gran escándalo en Alemania a causa de la cuestión de las indulgencias (documento que exime al alma del paso por el purgatorio). Muchos consideraron esta práctica como un abuso escandaloso y la culminación de una serie de prácticas anticristianas fomentadas por el clero católico, pero será Lutero el primero que expondrá públicamente su opinión contraria a la venta de indulgencias y a toda la doctrina que la sustentaba.
Para Lutero, la venta de indulgencias era una estafa y un engaño a los creyentes con respecto a la salvación de sus almas. En 1517, Lutero clavó en la puerta de la iglesia de Wittenberg sus 95 tesis, en las que atacaba la venta de indulgencias y esbozaba lo que sería su doctrina sobre la salvación solo por la fe. Este documento es conocido como Las 95 tesis de Wittenberg y se consideró el comienzo de la Reforma Protestante.
Las 95 tesis se difundieron rápidamente por toda Alemania gracias a la imprenta, y Lutero se convirtió en un héroe para todos los que deseaban una reforma de la Iglesia Católica. En algunos lugares hasta se iniciaron asaltos a edificios y propiedades de la misma Iglesia Católica. Por sus 95 tesis, Lutero se había convertido en el símbolo de la rebelión de Alemania contra lo que ellos consideraban prepotencia de la Iglesia Católica. Lutero arriesgaba además su vida, ya que podía ser declarado hereje por la jerarquía eclesiástica y ser condenado a la hoguera.
La Reforma Luterana
Al principio, la Iglesia Católica no dio demasiada importancia a las ideas de Lutero, ni a sus ataques contra la doctrina de salvación por las obras, pero muy pronto tuvo que reaccionar ante las noticias que llegaban de Alemania, de que gran parte de la gente estaba desafiando el dominio de la Roma papal.
Lutero continuó atacando la venta de indulgencias y la doctrina que sustentaba tal práctica mediante escritos que la imprenta difundía por toda Alemania. Lutero hacía un llamamiento a la nobleza alemana para que negase obediencia al Papa y apoyase una reforma de la Iglesia Católica alemana; afirmaba también, de acuerdo a su interpretación de la Biblia, que todos los cristianos eran sacerdotes sin necesidad de ninguna ordenación especial y negaba la autoridad suprema del Papa sobre la cristiandad universal. Lutero criticaba así mismo los numerosos sacramentos de la Iglesia Católica, reduciéndolos a solo dos, que el pensaba eran bíblicamente fundamentados y afirmaba también que los poderes civiles debían tener plena autoridad política sobre la Iglesia Católica. Esto iba más allá de la doctrina de la salvación por la fe y suponía una auténtica amenaza para la Roma papal. Finalmente, el Papa declaró a Lutero un hereje y lo excomulgó, es decir, lo dejó separado de la comunidad de la Iglesia Católica.

La Reforma protestante.

Difusión de la Reforma Protestante hacia 1560. En color rosa pálido los territorios con predominio luterano (norte, centro y este de Alemania, y países escandinavos y bálticos); en rosa más intenso, anglicano (Islas Británicas); en amarillo, calvinista (Suiza y abundantes núcleos dispersos en Francia, Países Bajos -sobre todo al norte, Holanda-, Escocia y Europa Centro-Oriental). Los católicos en azul (Europa Meridional, sur y oeste de Alemania, Países Bajos del sur -Flandes, la actual Bélgica-, Irlanda, núcleos en Gran Bretaña, Polonia y amplias zonas de Europa Centro-Oriental); y en verde los ortodoxos (su zona tradicional en los Balcanes, Rumanía y Rusia).
Durante el siglo XVI, varios religiosos, pensadores y políticos intentaron provocar un cambio profundo y generalizado en los usos y costumbres de la Iglesia Católica en la Europa Occidental, especialmente con respecto a las pretensiones papales de dominio sobre toda la cristiandad. A este movimiento religioso se le llamará posteriormente Reforma Protestante, por ser un intento de reformar la Iglesia Cristiana buscando la revitalización del cristianismo primitivo y que fue apoyado políticamente por un importante grupo de príncipes y monarcas que "protestaron" contra una decisión de su emperador.
Este movimiento hundía sus raíces en elementos de la tradición católica medieval, como el movimiento de la Devoción moderna en Alemania y los Países Bajos, que era una piedad laica antieclesiástica y centrada en Cristo. Además, la segunda generación del humanismo la siguió en gran medida. Comenzó con la predicación del sacerdote católico agustino Martín Lutero, que revisó las doctrinas medievales según el criterio de su conformidad a las Sagradas Escrituras. En particular, rechazó el complejo sistema sacramental de la Iglesia Católica medieval, que permitía y justificaba exageraciones como la "venta de indulgencias", según Lutero, un verdadero secuestro del Evangelio, el cual debía ser predicado libremente, y no vendido.
La Reforma Protestante dependió del apoyo de algunas autoridades civiles para poder reformar iglesias cristianas de ámbito estatal (posteriormente iglesias nacionales). Los grandes exponentes de la Reforma Protestante fueron Martín Lutero y Juan Calvino.
El Protestantismo ha llegado a constituir la tercera gran rama del cristianismo, con un grupo de fieles que actualmente supera los quinientos millones y que se expande rápidamente en América Latina, Asia y África.
Inicios de la Reforma Protestante:
Mapa del Imperio con la división en circunscripciones de 1512.
En el siglo XV se produjo una gran crisis en la Iglesia Católica en Europa Occidental debido a los numerosos problemas de corrupción eclesiástica y falta de piedad religiosa. La gota que derramó el vaso fue la venta de indulgencias para financiar la construcción de la Basílica de San Pedro en Roma, que provocó finalmente que la cristiandad occidental se dividiese en dos, una liderada por la Iglesia Católica Romana, que tras el Concilio de Trento se reivindicó a sí misma como la única heredera válida de la cristiandad occidental expulsando cualquier disidencia y sujetándose por completo al dominio del Papa, y otra mitad que fundó varias comunidades eclesiales propias, generalmente de carácter nacional para, en su mayoría, rechazar la herencia cristiana medieval y buscar la restauración de un cristianismo primitivo idealizado. Esto dio lugar a que Europa quedara dividida entre una serie de países que reconocían al Papa, como supremo y único jefe de la Iglesia Católica, y los países que rechazaban las pretensiones de Roma y que recibieron el nombre de protestantes. Dicha división provocó una serie de guerras religiosas en Europa.

Cisma de Oriente


El Cisma de Oriente y Occidente, también conocido como Gran Cisma (aunque a veces también se aplica este término al Cisma de Occidente) es el nombre dado al evento de mutua excomunión que separó al Papa y a la cristiandad de Occidente, de los patriarcas y cristiandad de Oriente, especialmente del principal de ellos, el Patriarca Ecuménico de Constantinopla.
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En el año 589, durante el Tercer Concilio de Toledo, donde tuvo lugar la solemne conversión de los visigodos al catolicismo, se produjo la añadidura del término filioque (traducible como "y del Hijo"), por lo que el Credo pasaba a declarar que el Espíritu Santo procede no exclusivamente del Padre como decía el credo Niceno, sino del Padre y del Hijo al decir:
Credo in Spiritu Sancto qui ex Patre Filioque procedit ("Creo en el Espíritu Santo, que del Padre y del Hijo procede")
En el año 1009 el nombre del Papa fue retirado de los dícticos del patriarcado de Constantinopla. Se discute todavía entre los historiadores cuál haya sido el motivo de este cambio. Una causa pudo ser el hecho de que el Papa Sergio IV había enviado al patriarca de Constantinopla una profesión de fe que contuviera el filioque y eso habría provocado la incomprensión de parte del patriarca Sergio II.
En 1014 con motivo de su coronación como emperador de Sacro Imperio, Enrique II solicitó al papa Benedicto VIII la recitación del Credo con la inclusión del filioque. El papa, necesitado del apoyo militar del emperador, accedió a su petición con lo que por primera vez en la historia el filioque se usó en Roma.
Según cuenta un historiador del tiempo, Rodolfo Glabro, la iglesia griega quería en aquellos primeros años del milenio encontrar una especie de entendimiento con la iglesia latina de manera que «con el consenso del Romano Pontífice la Iglesia de Constantinopla fuese declarada y considerada universal en su propia esfera, así como Roma en el mundo entero».[1] Esto implicaba una doble forma de ser una sola Iglesia católica. El Papa Juan XIX pareció vacilante ante la propuesta de la iglesia griega lo cual le supuso recibir la recriminación de algunos monasterios que estaban por la reforma eclesial.[2]
Cisma [editar]
Origen del cisma de Oriente [editar]
En 857 el emperador griego Miguel, llamado el beodo, y su ministro Bardas, expulsaron de su sede de Constantinopla a San Ignacio, que reprendía sus crápulas. Le reemplazaron por Focio, quien en seis días recibió todas las órdenes de la Iglesia. Focio se sublevó contra el Papa y se declaró patriarca universal. Fue descripto como "el hombre más artero y sagaz de su época: hablaba como un santo y obraba como un demonio". Su tentativa fracasó. Fue encerrado en un monasterio, donde murió en 886.
El cardenal respondió publicando su Dialogo entre un romano y un constantinopolitano, en el que se burlaba de las costumbres griegas y, tras excomulgar a Cerulario mediante una bula que depositó el 16 de julio de 1054 sobre el altar de la Iglesia de Santa Sofía, abandonó la ciudad. A su vez, pocos días después (24 de julio), Cerulario respondió excomulgando al cardenal y a su séquito, y quemó públicamente la bula romana, con lo que se inició el Cisma. Alegaba que, en el momento de la excomunión, León IX había muerto y por lo tanto el acto excomunicatorio del cardenal de Silva no habría tenido validez; añade también que se excomulgaron individuos, no Iglesias. Efectivamente, el Obispo de Roma reclamaba autoridad sobre toda la cristiandad, incluyendo a los cuatro Patriarcas más importantes de Oriente; los Patriarcas, por su lado, alegaban, segun su entendimiento e interpretación de la Sagrada Tradición Apostólica y las Sagradas Escrituras, que el Obispo de Roma solo podía pretender ser un "primero entre sus iguales" o "Primus inter pares". Por su parte, los Papas, según su interpretación de la Tradición Apostólica y las Sagradas Escrituras, declaraban que "es necesario que cualquier Iglesia esté en armonía con la Iglesia (de Roma), por considerarla depositaria primigenia de la Tradición apostólica" (San Irineo de Lyon, s. II d. C.). También tuvo gran influencia el Gran Cisma en las variaciones de las prácticas litúrgicas (calendarios y santorales distintos) y disputas sobre las jurisdicciones episcopales y patriarcales.
Se puede alegar que ambas iglesias se reunieron en 1274, en el Segundo Concilio de Lyon y en 1439, en el Concilio de Basilea, pero en cada uno de estos eventos, las intenciones conciliares se vieron frustradas por el mutuo repudio posterior.
En años recientes, algunas Iglesias orientales decidieron aceptar la primacía absoluta del Papa y ahora se denominan Iglesias orientales católicas.
Con todo, tanto la Iglesia Ortodoxa como la Iglesia Católica Romana, reivindican también la exclusividad de la fórmula: "Una, Santa, Católica y Apostólica" implicándose cada una como la única heredera legítima de la Iglesia primitiva o universal y atribuyendo a la otra el haber "abandonado la iglesia verdadera" durante el Gran Cisma. No obstante estas consideraciones, tras el Concilio Vaticano II (1962), la Iglesia Católica Romana inició una serie de iniciativas que han contribuido al acercamiento entre ambas iglesias, y así el Papa Pablo VI y el Patriarca