jueves, 25 de febrero de 2010

cuélebre


Hay muchas historias en las que se narra como los campesinos logran vencerlo mediante engaños y así se ven libres de tener que alimentarlo, como por ejemplo la que cuenta que unos monjes, cansados de tener que darle de comer para evitar que se llevara los cadáveres del convento decidieron darle un pan con alfileres que le causó la muerte.

En Asturias y en Cantabria se cuenta que una de sus principales funciones es la de vigilar tesoros. En la mitología astur son frecuentes las referencias a estos tesoros ocultos (ayalgues en asturiano), que por lo común consisten en piezas de oro de gran valor. Para su búsqueda (la gueta l'ayalga) hay unas guías llamadas lliendas que describen los lugares en los que se encuentran.

El Cuélebre suele ser molesto para los hombres que viven cerca de su escondite, que puede ser un bosque, una cueva o una fuente, ya que emite silbidos terribles y tiene por costumbre alimentarse de seres humanos, tanto vivos como muertos. Para evitar que esto suceda se le suele entregar alimentos como boroña.

El punto débil del Cuélebre es la garganta, ya que el resto del cuerpo está cubierto por unas duras escamas que lo vuelven prácticamente invulnerable. Al hacerse viejos, se van al fondo del mar a cuidar sus tesoros y descansar.

Nuberu


Los nuberos, nuberus o nubeiros son personajes de la mitología asturiana, mitología cántabra y gallega. Se los llama de las tres maneras respectivamente según qué mitología.

Controlan el tiempo a su voluntad y se divierten provocando tormentas y tempestades, lanzando centellas a los animales y arruinando las cosechas de los hombres con el granizo. Estos hacedores y rectores de inclemencias no dudarán en utilizar los rayos como armas si son atacados o molestados.

Entre las gentes de Cantabria y Asturias se les tiene temor por los destrozos que producen en los pueblos y a ellos se les atribuyen las temidas noches de aguaceros y tempestades. Es por ello que durante las horas de oscuridad los lugareños encienden cirios y hacen tañir las campanas para ahuyentarlos.

Al contrario que a los ventolines, los pescadores temen a los nuberos pues les culpan de las terribles galernas del Cantábrico, que les hacen regresar apresuradamente a puerto, donde les esperan las preocupadas gentes.

Los nuberos, nuberus o nubeiros son personajes de la mitología asturiana, mitología cántabra y gallega. Se los llama de las tres maneras respectivamente según qué mitología.

Controlan el tiempo a su voluntad y se divierten provocando tormentas y tempestades, lanzando centellas a los animales y arruinando las cosechas de los hombres con el granizo. Estos hacedores y rectores de inclemencias no dudarán en utilizar los rayos como armas si son atacados o molestados.

Entre las gentes de Cantabria y Asturias se les tiene temor por los destrozos que producen en los pueblos y a ellos se les atribuyen las temidas noches de aguaceros y tempestades. Es por ello que durante las horas de oscuridad los lugareños encienden cirios y hacen tañir las campanas para ahuyentarlos.

Al contrario que a los ventolines, los pescadores temen a los nuberos pues les culpan de las terribles galernas del Cantábrico, que les hacen regresar apresuradamente a puerto, donde les esperan las preocupadas gentes.

jueves, 11 de febrero de 2010


De aire cansado pero infatigable, alto, de aspecto enjuto, con pequeños ojos hundidos y con barba, el Musgosu es respetado por los asturianos porque les ayuda a reconstruir las cabañas de los vaqueros derribadas por los temporales en invierno y a limpiar las fuentes para que pueda abrevar el ganado durante el verano. Solo se le ve de lejos, caminando por las empinadas veredas que suben a las brañas, y nadie ha oído nunca su voz.

El Musgosu es un personaje de la mitología cántabra y asturiana. Hombre bondadoso y compasivo solo vive para hacer el bien en los montes de Asturias y Cantabria. Se le ve caminado lentamente por las brañas, vestido con su zamarra de musgo seco, sombrero de hojas y escarpines de piel de lobo. De su zurrón saca una flauta de una extraña madera con la que toca dulces y tristes melodías que ayudan a guiar a los pastores perdidos y les apremia a refugiar su rebaño ante la llegada de las tormentas. Al caer el sol silba desde lo alto de las cumbres si algún peligro se cierne sobre ellos por la noche. Otras veces les alerta mediante ruidos característicos como el desgajar de una quima o el de una piedra al rodar monte abajo.

La Guestia


Anuncia la muerte de tres formas: 1)dando en la mano a una persona que encuentra un objeto que generalmente es un hueso encendido que llevan en lugar de una vela 2) Entrando en casa de una persona que ya se encuentra enferma 3) cuando en la procesión va una persona que todavía está viva.
Dicho de otro modo son procesiones de almas en pena, que van vestidas con sudarios blancos, portando huesos encendidos en lugar de velas, pueden portar un ataud en el que se puede ver al proximo difunto. Cuando el reloj marca la medianoche la puerta del cementerio se abre para que la procesion pueda empezar su camino
Su frase más común es "Andai de día que la nueche ye mía" aunque también se les puede oir: "Cuando nos yéremos vivos andábemos a estos figos, agora que somos muertos, andamos por estos güertos"(Cuando estábamos vivos cogíamos estos higos, ahora que estamos muertos caminamos por estos huertos)
Su presencia suele darse por los bosques, pero hay quién asegura haberla visto en medio del mar
Para librarse de ella y que no te lleve (siempre que no seas su objetivo), simplemente puedes hacer un círculo en el suelo con una vara (si es de avellano mejor) , dibujar una estrella de cinco puntas en el circulo, meterte dentro y no escuchar sus palabras, también puedes salvarte si en la comitiva va un conocido o un familiar, pero ten mucho cuidado no sea que te veas tu mismo acompañando a la Güestia metido en la procesión, tu futuro no será muy largo en éste mundo.

Mujeres de extraordinaria belleza, ataviadas con una túnica, y de larga cabellera rubia que se entretienen en peinarse junto al agua, que muchas veces usan como espejo.

En ocasiones, las xanas cambian lo bebes de alguna madre por uno de sus xaninos, para que éste reciba el bautismo, sea amamantado por su madre adoptiva o aprenda a hablar como los humanos.

La xana es uno de los personajes más conocidos de la mitología asturiana y leonesa. Bajo ese nombre genérico se agrupan varios tipos de hadas difundidos en los diversos folklores. Suelen habitar en zonas de aguas puras y cristalinas (agua viva, es decir arroyos, cascadas...).

El mito se encuentra muy arraigado en parte de la León y Asturias, como prueba el gran número de topónimos que llevan por nombre Les Xanes (plural de xana en asturiano, leonés o astur-leonés), por ejemplo, el Desfiladero de las Xanas.

En Las brujas y su mundo, el historiador Julio Caro Baroja relaciona la figura de la "xana" con la de la diosa Diana (Artemisa), como variante regional de un mito común en diversas